Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amo. Envía tu Espíritu y todo será creado y se renovará la faz de la tierra; “Espíritu Santo llena nuestro entendimiento de alegría y entusiasmo para recibir a Cristo Eucarístico que viene a calmar nuestra sed y alimentar nuestra Fe y Esperanza. Llenemonos del Espíritu Santo para ser testigos de la Salvación y así alcanzar la gracia de la liberación de todo mal”. Por Jesucristo Nuestro Señor.
Amén.
ORACIÓN DE SAN FRANCISCO DE ASÍS
Señor, haz de mí un instrumento de tu paz:
donde haya odio, ponga yo amor,
donde haya ofensa, ponga yo perdón,
donde haya discordia, ponga yo unión,
donde haya error, ponga yo verdad,
donde haya duda, ponga yo la fe,
donde haya desesperación, ponga yo esperanza,
donde haya tinieblas, ponga yo luz,
donde haya tristeza, ponga yo alegría.
Oh Maestro, que no busque yo tanto
ser consolado como consolar,
ser comprendido como comprender,
ser amado como amar.
Porque dando se recibe,
olvidando se encuentra,
perdonando se es perdonado,
y muriendo se resucita a la vida eterna.
Amén.
MAGNIFICAT
(Lc 1, 46-55)
Glorifica mi alma al Señor,
y mi espíritu se llena de gozo,
al contemplar la bondad de Dios mi Salvador.
Porque ha puesto la mirada en la humilde sierva suya,
y ved aquí el motivo porque me tendrá por dichosa y feliz,
todas las generaciones.
Pues ha hecho en mi favor,
cosas grandes y maravillosas,
el que es Todopoderoso y su nombre infinitamente Santo.
Cuya misericordia se extiende de generación en generación,
a todos cuantos le temen.
Extendió el brazo de su poder,
y disipó el orgullo de los soberbios,
trastornando sus designios.
Desposeyó a los poderosos;
y elevó a los humildes, a los hambrientos los colmó de bienes a y los ricos los despidió vacios.
Auxilia a Israel su siervo, acordándose de su misericordia….como lo había prometido a nuestrso pardes en favor de Abraham y su descendencia por siempre. Gloria al Padres, al Hijos y al Espiritu Santo, como era en el principio por los siglos de los siglos.
Amén.
IMITAR A CRISTO: EL ARREPENTIMIENTO DEL CORAZÓN. CAPÍTULO XXI:
1. Si quieres hacer algún progreso en la vida espiritual,consérvate en el temor de Dios, vive con temor de disgustarlo, y no seas demasiado libre. Ten todos tus sentimientos bajo disciplina y vigílalos severamente y no te abandones a las alegrías solamente materiales.
Entrégate al arrepentimiento y procura el fervor del corazón,que allí sí encontrarás la verdadera devoción. El recogimiento y el fervor del corazón puede obtener muchos bienes que se pierden prontamente si hay disipación.
Cómo puede tener verdadera alegría sin mezcla de tristeza quien piensa que en este mundo está únicamente de paso y que su alma está completamente rodeada de peligros?
REFLEXIÓN.
Los véteros nos identificamos mucho con este capítulo.
Nos identificamos sobretodo cuando pensamos en no apegarnos a las cosas materiales, en no depositar nuestra confianza en las cosas terrenas, porque sabemos que esas cosas no nos darán la verdadera felicidad y plenitud al corazón.
Nos identificamos al creer verdaderamente que el fervor del corazón no es quedarse en el mero sentimentalismo o en la parte superficial de aquellos que piensan que con llorar o vivir rezando se han de salvar…..Nos identificamos al creer y poner nuestro foco de existencia en una cosa: Saber que nuestro verdadero mundo no es este…… que nos espera un mundo real, que es ideal pero no es superficial o ficticio, que es tangible pero no para aquellos que se duermen sobre las cosas materiales….. Esas son enseñanzas del Maestro.